¿Cuál es la situación y que hacer para mejorar la cultura en rehabilitación en oftalmología?

“No hay nada más que hacer”, “esperemos a que la ciencia progrese”, “hay que esperar a que el niño crezca para que coopere a su estudio”… Desgraciadamente estas y otras ideas semejantes han sido muy comunes en la práctica oftalmológica tradicional.  ¡Nunca más debemos de repetir estas consignas! ¡Ya no!

Es fundamental brindar al paciente con visión baja y sus familiares alternativas de rehabilitación visual para mejorar la calidad de vida y fomentar la autosuficiencia.

El grupo de especialistas en Rehabilitación Visual hemos trabajado desde hace muchos años en la educación del oftalmólogo, médicos, optometristas, maestros, otros profesionales, así como de la población en general, en la detección y referencia oportuna a los programas de rehabilitación.

Sin embargo, estamos conscientes de que ese tipo de consignas aún sucede en todos los ámbitos. Continúa habiendo falta o demora en la referencia, así como carencia de servicios especializados.

Las barreras que hemos ido derribando han sido muchas, entre las cuales se encuentran el contar con formación profesional en el idioma español y en la región de América: otro de los obstáculos ha sido la accesibilidad a ayudas ópticas a bajo costo. Después de gran esfuerzo y trabajo de varias organizaciones ha sido posible la educación en nuestro idioma, así como –gracias a Visión 20/20- la  posibilidad de adquirir ayudas ópticas a costos accesibles.

A nivel de la comunidad oftalmológica, y no sin esfuerzos, hemos logrado tener presencia en los Congresos nacionales e internacionales, así como en las diversas publicaciones, siendo la presente vivo ejemplo de ello.

Continúa habiendo metas por alcanzar en este camino de la difusión de la Rehabilitación Visual, entre ellas mencionaremos las siguientes:

1.- Referencia temprana y oportuna de todos los grupos de edad de personas con visión baja.

Este reto nos lleva a plantear las siguientes interrogantes: ¿Quién hace dicha referencia? ¿A quién debemos sensibilizar y educar para hacerlo?

Pensamos que el oftalmólogo general y de otras especialidades es el profesionista clave en esta referencia, pues en su calidad de autoridad moral tiene una gran responsabilidad y ascendente en la orientación y en el consejo al paciente y a sus familiares.

Otros profesionistas involucrados capaces de detectar una discapacidad visual son los Optometristas, que en muchas ocasiones son el primer contacto y asimismo la referencia adecuada a Oftalmología en búsqueda de tratamiento oportuno es fundamental.

El área médica en general: médicos familiares, endocrinólogos, pediatras, neo-natólogos, neurólogos, geriatras, etc. Teniendo la información adecuada sobre programas de estimulación y rehabilitación visual pueden ser una excelente fuente de referencia y proporcionar así oportunidades a personas que de otra manera podrían ser dejadas en el olvido y la dependencia.

Los maestros, en su práctica diaria, pueden ser pieza clave para la detección de problemas visuales y la referencia oportuna.

En resumen, que la referencia está absolutamente vinculada a la información de la existencia de los programas de estimulación y rehabilitación visual.

1.1.- Consideramos que en la formación del Oftalmólogo general debe de ser incluida la capacitación en programas de estimulación y rehabilitación visual.   Con el advenimiento de los cursos en línea probablemente esta labor pueda llevarse a cabo de una manera más generalizada.

1.2.- Formación de profesionales en estimulación y rehabilitación visual.

Actualmente hemos iniciado un Diplomado en Estimulación y Rehabilitación Visual avalado por AVER AC y la UNAM, para la formación de terapeutas en dicho ramo, pues consideramos que si se logra la referencia adecuada, habrá aumento de la demanda y necesidad de cubrir la atención de los afectados.  Este diplomado está diseñado para 120 h, actualmente de modalidad presencial.  El siguiente paso será llevarlo a cabo virtualmente.

2.- Disminución o excepción de impuestos en la importación de ayudas ópticas.

Con el excelente trabajo realizado por el programa Visión 20/20 hemos podido tener acceso a ayudas de calidad y a bajo costo, sin embargo, los aranceles son altos y con dificultades para la importación.

El concientizar a las autoridades en la necesidad de estos artículos es clave para la obtención de disminución de impuestos.

3.- Creación de Servicios de Estimulación y Rehabilitación Visual en todos los hospitales oftalmológicos de tercer nivel.

Todo hospital que se precie de tener todos los servicios de alta especialidad debería de contar con uno de rehabilitación visual para continuar con la atención de aquellos pacientes con una visión menor de 20/70 en el mejor ojo, o un campo visual menor de 20°, para la mejor utilización de dicha visión con propósitos funcionales.

4.-  Campañas de educación en salud visual a nivel masivo.

La participación de las instancias gubernamentales, de la ONG s e incluso de la Industria en campañas de educación a la población general son un reto a lograr para lograr mejorar las condiciones de vida de la población con visión baja.

Señalamientos adecuados en los medios de transporte, uso de altos contrastes en la vía pública, semáforos parlantes, accesibilidad en los restaurantes, con menús con tipo ampliado y contraste aumentado, iluminación adecuada, existencia de televisiones de circuito cerrado en las escuelas, en bibliotecas… en fin, que haya una participación y colaboración de voluntades para hacer una sociedad más humana e incluyente.

Hemos recorrido un largo camino, pero sabemos que aún hay metas que lograr pues estamos convencidas que siempre se puede ofrecer una mejor calidad de vida a las personas con discapacidad visual.

Por la Dra. Lourdes Medina y Álvarez Tostado

Autor de la foto: A little boy in Tecate, Mexico discovers a clear, crisp world for the first time. By Jenna Montgomery