Nuestra Historia y Logros en el Servicio a la Comunidad

La Fundación Oftalmológica Hugo D. Nano fue creada en 1992 en la localidad de San Miguel, provincia de Buenos Aires, por el Dr. Hugo Nano y la Lic. María Eugenia Nano. La particularidad de la formación médica del doctor y antropológica de su hija María Eugenia dieron a la institución un fuerte perfil científico y humanístico. El trabajo con y para la comunidad ha sido un motor fundamental de nuestra existencia. Su misión es prevenir la ceguera y rehabilitar a aquellos que por su condición social ven afectadas sus posibilidades de acceder a la salud oftalmológica.

Para cumplir esta misión, la Fundación colabora y trabaja con distintas organizaciones. Su principal colaborador, Clínica de Ojos Dr. Nano, cuenta con Residencia en oftalmología desde hace 35 años y siempre incluyó la prevención y rehabilitación de ceguera en el programa de estudios. De los más de 100 médicos oftalmólogos egresados todos han participado de actividades de prevención en hospitales, escuelas, plazas públicas, centros de atención primaria de salud de diferentes zonas del país. Esta característica de la residencia redundó en una camada importante de profesionales dedicados a la prevención de la ceguera que han creado en las distintas provincias Argentinas sus propias ONG acorde a los objetivos principales de la iniciativa de Visión 2020.

Por su parte, la Fundación Nano forma parte de diversos organismos de trabajo de creación y articulación de políticas públicas a nivel local e internacional (Consejo Federal de discapacidad de la República Argentina, Ministerio de Salud de la Nación, IAPB) Sabemos que la capacidad de transformar el presente sólo es posible a través del establecimiento de alianzas con todos actores sociales ,siendo especialmente los estados quienes mayor decisión y alcance tienen para implementar y sostener los cambios necesarios.

Creemos importante destacar la labor realizada en la elaboración de proyectos de ley respecto al tema de la donación de córneas en nuestro país que sufre listas de espera que superan las 1800 personas y se traducen en años de calidad de vida para los pacientes. Muchos de estos trabajos han resultados fructíferos como la declaración del Municipio de San Miguel como Comunidad donante que alcanzo gran repercusión social.

Junto con el gobierno municipal llevamos adelante el Proyecto de Prevención de ceguera por ROP en el hospital Municipal Raúl Larcade, donde nuestros médicos realizan el screening de los recién nacidos en riesgo y los tratamientos necesarios para evitar la retinopatía del prematuro, primera causa de ceguera en la infancia en nuestro país.

En cuanto a Errores Refractivos el programa ver para aprender se ejecuta a través de la participación de organizaciones de la sociedad civil, escuelas y familias de los alumnos. Por cada niño que se atiende y recibe un anteojo hay una familia con la posibilidad de tomar conciencia de la necesidad del cuidado de la visión. Hemos relevado más de 500.000 alumnos y entregado más 25.000 pares de anteojos en 25 años. Esta tarea ha recibido el Premio Baudillo Courtis a la Prevención de la Ceguera otorgado por la Academia Nacional de Medicina, es un programa modelo en los de su tipo y ha sido presentado en numerosos congresos y reuniones científicas. Además la Fundación trabaja en temas como catarata, degeneración macular, retinopatía diabética, retinopatía del prematuro no solo en la recopilación de datos sino en campañas de educación y programas de tratamiento y prevención.

Con el Consejo Argentino de Oftalmología y el estado municipal ejecutamos en la vía pública las campañas anuales de prevención de ceguera por diabetes y detección de glaucoma. Estas acciones además de ser una fuente de datos al desarrollarse en todo el país el mismo día se van internalizando en la comunidad que espera las campañas para realizar el control necesario de la visión. Con más de 2500 pacientes atendidos en los últimos 5 años.

Junto a la dirección de escuelas secundarias organizamos la Maratón de Concientización de la Ceguera. Participan 500 jóvenes y les permite experimentar correr a ciegas e interactuar con personas con discapacidad visual dentro del ámbito festivo de una maratón.

En este sentido también es importante la organización de visitas de escuelas secundarias y profesorados de educación especial a nuestra sede. Allí se ofrece una charla sobre prevención y rehabilitación de ceguera y discapacidad para luego compartir actividades con los concurrentes al centro de día para personas con discapacidad visual de la fundación. Es una experiencia de sensibilización importante para quienes se acercan ya que se contactan con la temática no sólo de forma teórica sino vivencialmente en el trato con quienes sufren la pérdida de visión.

A los programas realizados en distintas provincias de nuestro país sumamos el espacio de la rehabilitación donde también experimentamos los logros palpables y concretos.

Considerando que el 80% de la población con discapacidad visual supera los 50 años es que en la ciudad de San Miguel creamos uno de los pocos Centros de Día para adultos ciegos o disminuidos visuales que funcionan en el país. Allí 60 personas concurren a realizar sus actividades transitando las calles céntricas de la ciudad.

Puertas adentro, ofrecemos nuestros saberes intentando cortar el aislamiento social y emocional al que lleva la ceguera adquirida en edad adulta. Procuramos la construcción conjunta de un espacio donde la posibilidad de tender la mano a un compañero sea el aliciente necesario para la propia superación al reconocernos como seres sociales .Viviendo en comunidad no sólo puertas afuera sino también dentro de la institución.

Un grupo de 37 profesionales trabaja desarrollando talleres que son vehículos para la reinserción social, laboral y vincular. Entre ellos:

Psicología, servicio social, cestería, cerámica, teatro, biodanza, informática, uso de celulares, masajes, educación física (pilates, gimnasia, caminatas, pilates, natación) canto, teclado, guitarra, braille, Orientación y movilidad, actividades de la vida diaria, lectura, tai chi.

En el caso de los niños de 0 a 6 años con discapacidad visual ofrecemos el servicio de estimulación visual temprana al que asisten 45 pacientes. Con un equipo formado por psicóloga, oftalmólogo y estimuladora consiste en sesiones individuales donde se apunta a un óptimo desarrollo del resto visual y/o sentidos remanentes del niño así como al apoyo, contención y guía de la familia en temas legales propios de la situación.

Considerando que la discapacidad visual no afecta el desenvolvimiento físico, en la medida en que estas personas cuenten con una oferta adecuada, es que hemos creado una escuelita de futbol para niños ciegos y un equipo superior que disputa la liga nacional del deporte con 24 adultos y 37 niños participantes. Con la mira puesta en el deporte más allá de la discapacidad, firmamos un convenio con el Club Estudiantes de la Plata de primera división. Esto trajo como consecuencia la posibilidad de realizar demostraciones deportivas previas a partidos de futbol de primera división del Torneo Argentino ante la vista de miles de espectadores.

En los últimos años el aumento de las personas que padecen de baja visión obligó a ofrecer un servicio específico y profesional. El mismo consiste en una consulta interdisciplinaria en la que el paciente es atendido por un profesor especializado en disminuidos visuales, técnica óptica, médico oftalmólogo y psicólogo. Durante la misma se intenta interpretar las dificultades particulares de cada paciente, sus necesidades funcionales, anímicas y psicológicas. Según esta evaluación se ofrecen las ayudas ópticas pertinentes realizando un entrenamiento en el uso de las mismas.

De esta manera la historia institucional desde sus orígenes estuvo atravesada por el trabajo en la prevención y rehabilitación de la ceguera sirviendo a la comunidad, que es a la vez sostén y destinatario de todas nuestras acciones.

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